Los 25 años que Orestes Gonzalez, arquitecto de origen cubano, ha pasado construyendo y renovando casas y edificios históricos le han servido sin duda para transformar su hogar, un Townhouse victoriano de finales del siglo XIX, en una obra maestra del siglo XXI. La casa está ubicada en una cuadra histórica de Nueva York y, antes de que Orestes la comprara, permaneció vacía durante muchos años. Con su visión y educación modernista, Orestes decidió derribar el laberinto interior de pequeños cuartos para crear un espacio interior en plano abierto más apropiado al estilo de vida contemporáneo. Para evitar la frialdad que a veces trasmiten los interiores modernos, Orestes incorporó materiales antiguos reciclados tales y como pisos, ladrillos y azulejos que rescató de demoliciones y de algunos de los proyectos profesionales en los que ha trabajado durante su larga y creativa carrera profesional. ¡Baste decir que la espectacular puerta de entrada, de caoba de Honduras, la rescató de un contenedor de basura!
EN PALABRAS DE ORESTES...
COCINA EN PLANO ABIERTO
Situé la cocina en el centro de la planta, lo cual facilita la circulación de los invitados cuando organizamos una cena. El techo de metal es nuevo, pero está inspirado en los viejos techos de latón típicos de estas casas y refleja la luz que entra por las ventanas en ambos extremos del piso. Los mostradores de concreto son fáciles de mantener y de dan un toque industrial al espacio.
SALA
Este gran espacio recibe la cálida luz del sur a través de un gran ventanal hecho a medida. Las vistas del imponente pino llorón complementan el arte y los colores neutrales de las paredes. Los pisos antiguos de pino duro, reciclados de una iglesia, reflejan sus años en las imprefecciones de sus tablas. El gran sofá rojo se convierte en cama tamaño king…aumentando la capacidad de invitados que se quedan a dormir.
COMEDOR
¡Piense de manera diferente! Este cuarto que en la casa se usaba tradicionalmente para la sala, situado al frente, era demasiado estrecho e impedía sentarse cómodamente. Fue por eso que puse la mesa del comedor aquí, mirando a la calle. Ahora la cena es una actividad más pública y la vista de los brownstones de enfrente es encantadora.
CUARTO DE ASEO
¡Aproveche el espacio! Un cuarto de aseo bajo las escaleras le da uso a un espacio que quedaría de otro modo desaprovechado. Lo pinté de un vibrante anaranjado, que resulta a la vez inesperado y revitalizante.
DETALLE CHIMENEA
Siempre recomiendo incorporar materiales que no sean caros. Esta chimenea, por ejemplo, la revestí con cemento barato de estuco y los ladrillos labrados de cemento antiguo procecen de una demolición. Los cuadros, del pintor Cristian Pietrapiana junto a una impresión original de Picasso, dan color a la paleta neutral del fondo.