No hay nada que personalice más un espacio que una pared decorada con tus propias fotos. Para crear un auténtico foco de interés visual, pinta solo esa pared de un color vivo (mira que bien queda, por ejemplo, el color verde que ves en la foto). Enmarca luego tus fotos favoritas combinando fotos en color con fotos en blanco y negro y mezclando marcos distintos y de colores y anchuras diferentes. Para hacerte una idea de cómo quedará la composición de marcos en la pared, haz esa composición primero en el piso. ¿Quieres saber un buen truco? Utiliza como guía el lomo de un libro para dejar siempre el mismo espacio entre los marcos.
(imagen e idea de Real Simple)